Josep Lluís Carod-Rovira ya tiene deberes para cuando vuelva de las vacaciones: cambiar todas sus tarjetas de visita. Y su papel de carta. Y, en general, todo el material en el que aparezca como vicepresidente de la Generalitat de Catalunya. Según un dictamen del Consell Consultiu, Carod es únicamente vicepresidente del Govern, y como tal debe ser denominado "para evitar usos contrarios al Estatut". No vulnera el texto que haya un vicepresidente, sino que lleve el apellido Generalitat.
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