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Destronado, pero con gran vigor sexual: la oscura vida de Fernando el Católico tras la muerte de Isabel

Fernando el Católico fortaleció el poder de la Corona dando escarmientos ejemplarizantes a algunos de los nobles más importantes del reino como eran el marqués de Priego o el duque de Medina Sidonia. Incorporó el reino de Navarra, respetando sus fueros, a la corona de Castilla, siguió enfrentándose a los intentos franceses de penetrar en Italia y… mantuvo el vigor sexual en sus relaciones matrimoniales con Germana de Foix.

| etiquetas: rey , destronado , gran , vigor , sexual , oscura , vida , fernando , catolico , tras , muerte , isabe
Pobre Germana de Foix, que a los 17 años la casaron con su tío-abuelo de 53 años de edad.
#1 Y más adelante fue muy amiga de su nieto Carlos I
#2 Al menos ahí estaban en la misma generación, y la diferencia de edad no era tan grande. Germana era prima segunda de Carlos y le sacaba a él doce años.
#4 Si. Pero eso de liarte con la mujer de tu yayo...
#5 A mí no me extraña. Ambos eran extranjeros en una corte aburrida y meapilas, eran jóvenes, de educación similar y pasaban el día juntos hablando en francés. Si añadimos que Germaine tenia un físico exuberante y Carlos 17 hormonados años... lástima de educación sexual, porque todo se fue al traste cuando ella quedó embarazada.
#1 A Fernando el Católico le ponían fino de afrodisíacos para que pudiera seguir muy activo sexualmente y lograr así tener hijos. Al parecer murió de esos excesos.
#9 Eso es un mito. Fernando llevaba año y medio con un deterioro muy grave de salud.

www.elmundo.es/cultura/2020/06/07/5edcf361fdddff86088b459d.html
A veces el ABC habla mal de los monarcas excepcionales y siempre bien de los execrables.
También dejo en su testamento la devolución de Navarra a sus reyes.
#6 No veo yo tal cosa en su testamento. Cito:

Item. Dejamos, instituimos, y hacemos heredera a la serenísima reina doña Juana, nuestra muy cara y amada hija, y al dicho ilustrísimo príncipe don Carlos nuestro nieto, y a sus herederos y sucesores, legítimamente del nuestro reino de Navarra y de todas las ciudades, villas, y lugares, y otros cualesquier derechos y pertenencias de aquél; [...] el cual dicho reino en las Cortes postrimeramente celebradas a estos reinos en la ciudad de Burgos hubimos incorporado a la Corona de los dichos reinos de Castilla.

Páginas 440 y 441:

bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000050678
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