EL PAÍS visita el Centro de Confinamiento del Terrorismo, la megacárcel de máxima seguridad inaugurada hace un año por el presidente de El Salvador en plena guerra contra las pandillas
Tan duros contra el crimen no serán cuando decidieron no encerrar en una celda a estos juntaletras de El País. Repugnante degeneración moral la constante llorería de los medios patrios en favor de asesinos sociopáticos que convirtieron durante más de medio siglo ese país en un infierno. El acoso y derribo progresista contra Bukele mientras el resto de dirigentes latinoamericanos dejan que sus países sean consumidos por el crimen organizado es una prueba más del tribalismo ideológico de una izquierda alejada de la realidad social que siempre se posiciona a favor del parásito social extractivo.