"Yo aquel día quería marchar andando a mi país… Me puso la cara aquí, frente a mi cara, pegada, estaba dándome voces, daba golpes en la mesa, rompía platos, tenía un cuchillo en la mano y yo pensaba que no iba a volver a ver a mis hijos…" No puede seguir hablando, baja la cabeza, esconde la cara negra entre las manos negras; M es una mujer dura, pero esta vez ha sido demasiado “es un día que no lo voy a olvidar jamás”
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