Los hechos tuvieron lugar el 7 de mayo de 2019, cuando la demandante, Verónica G., llevó a su perro, de raza Yorkshire y de nombre Moncho, a una tienda de productos para mascotas para cortarle el pelo, y aproximadamente, una hora después, los responsables del establecimiento le llamaron "para manifestarle que el perro se había escapado y no lo localizaban".
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