Con el avance de julio, la compraventa de viviendas vuelve a tasas positivas después de las caídas interanuales del 6,1% y del 21,5% en mayo y junio, respectivamente. Las operaciones sobre viviendas nuevas aumentan un 38,6%, su mayor alza en tres años, y las realizadas sobre pisos usados avanzan un 15,5%.
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Estaría bien saber qué porcentaje de esas compras las han hecho particulares para vivir en ellas, cuántos para ponerlas en alquiler y cuántos de esos compradores son empresas que las han comprado sólo para especular, no para alquilarlas tan siquiera, sino para esperar a que suban los precios y volverlas a vender, como quien compra acciones, especulación pura.
No se va a aguantar mucho más sin legislar para cortar el grifo al expolio.