Unas millonésimas de segundo después del Big Bang, el universo primitivo adquirió un nuevo y extraño estado: una sopa subatómica llamada plasma de quarks-gluones, un fluido perfecto, en el que los quarks y los gluones, los componentes básicos de protones y neutrones, están tan fuertemente acoplados que fluyen casi sin fricción. Ahora, un grupo de científicos ha informado sobre nuevas pistas para resolver un enigma cósmico: cómo el plasma de quarks-gluones (QGP) se convirtió en materia. En español:
bit.ly/3zhFfV2