Cuando los participantes de la reunión del Club Bilderberg vayan llegando al hotel Dolce y se encierren allí para tratar temas de actualidad, los vecinos de la lujosa urbanización Can Girona verán trastornada su vida. También el club de golf cerrará el sábado sus puertas para que solo los poderosos del mundo puedan jugar y la organización de Bilderberg está intentando que la discoteca al aire libre L'Atlàntida, que acaba de inaugurar la temporada de verano, no abra este sábado para que la música nocturna no moleste a los ilustres huéspedes
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