El vandalismo se castiga en Singapur con penas de hasta 3 años de cárcel y de 3 a 8 golpes de vara, además de una multa. El ciudadano suizo fue detenido en mayo y la policía considera probado que roció con pintura el vagón estacionado; en parte, justifican la dureza del castigo porque consideran una "amenaza terrorista" el acceder a los depósitos del ferrocarril.
|
etiquetas: singapur , torturas , azotes , graffiti