El pequeño, enfermo crónico, está a tratamiento farmacológico desde los 3 años y los especialistas no prevén que exista mejora en sus patologías. El pequeño sufre un trastorno bipolar, tiene rasgos autistas y síndrome de hiperactividad y déficit de atención (TDAH) combinado con trastorno oposicionista desafiante que le hace ser agresivo, hiperactivo e impulsivo. Su familia se siente incapaz de afrontar sola la educación del pequeño y se ve desamparada por las instituciones, que no dan respuesta.
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