El proceso comienza con el entrelazamiento de dos partículas cuánticas en un estado de singlete cuántico—en otras palabras, dos qubits con espín opuesto—de modo que, sin importar la dirección que consideres, los espines apuntan en direcciones opuestas. A partir de ahí, uno de los qubits—el “sonda”, como lo llama Murch—se somete a un campo magnético que hace que gire.
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etiquetas: física cuántica , physical review letters , tiempo , kater murch
Así que...........
Se saca el palillo la boca y pega un buen trago de sol y sombra.
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