El Gobierno chino va a endurecer las reglas de adopción por parte de las familias chinas para luchar contra el tráfico de niños. Una vez que sea aprobada la nueva legislación, solo los orfanatos oficialmente designados podrán ofrecer bebés y niños abandonados. Actualmente, las parejas chinas sin hijos pueden adoptar de cualquier fuente, lo que ha originado un floreciente mercado clandestino, alimentado por familias que quieren tener niños o gente que los compra para utilizarlos como mano de obra esclava.
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