En el barrio de Los Molinos, hay una vivienda con siete ventanas, pero sus moradores están condenados desde hace tres años a no abrir ninguna. Si lo hacen, literalmente, las ramas de los árboles se les cuela en las habitaciones. Si fuera de un hipotético jardín propio, esta molesta situación no sería tal, pero los ejemplares se encuentran en la vía pública, por lo que los propietarios esperan a que un día “aparezcan” los jardineros de la empresa concesionaria, mandados por el Ayuntamiento de la capital.
|
etiquetas: almería , árboles , ventanas