Tiene sólo seis meses y la corta vida de Aragón ha sido un puro trajín, que le ha llevado desde Centroeuropa hasta el Parque de Cabárceno, su nuevo hogar en Cantabria. Hace poco más de dos semanas, la Guardia Civil de Zaragoza incautó una cría de oso en el interior de un turismo de alta gama, en el que viajaban dos ciudadanos rumanos que no pudieron acreditar el origen y la tenencia del animal. La Benemérita instruyó una denuncia por contrabando de animales y los miembros del Seprona trasladaron el animal a un centro de recuperación de fauna
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