En Euskadi es costumbre que los pintxos los vayan cogiendo los clientes directamente de la barra, se los vayan comiendo y después, a la hora de pagar, se explica al camarero cuántos han comido y de qué tipo eran. Para evitar problemas, en Donostia-San Sebastían algunos bares están cambiando estos hábitos para evitar problemas, y por ejemplo no sirven la bebida hasta que el cliente enseña la fuente con los pintxos elegidos, y el cobro se hace en el momento de ser servido.
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