Para que tengan éxito las grandes decisiones hay que plantear el reto como si saliésemos de una guerra. La experiencia fue buena y no se hizo de espaldas a los ciudadanos, sino todo lo contrario, se hizo pensando en ellos.El resultado fue inmejorable para Europa, para sus ciudadanos y para la democracia.
Europa y su prepotencia. Se pensarían que los demás iban a trabajar para ellos ad eternum por un par de cacahuetes. Que impriman dinero que es lo único que se les ocurre.
No hay que ser un genio para saber cómo va a acabar la cosa.