#59 Pasa que no todos los sentimientos son éticos empezando por el sentimiento de propiedad de un avaro aunque te pueda parecer bien. A esto podemos jugar todos.
#21 Es que hay propietarios y propietarios, los del caso que nos ocupa no necesitan ni remotamente ese piso para no quedarse en la calle, como el inquilino enfermo al que pretenden desahuciar; que tienen pisos a batiburrillo.
#52 Atendiendo al papel redistributivo que el Estado tiene para con todos sus ciudadanos (Art. 128 de la Consti* entre otros), su obligación es defender al débil. El que es rico no necesita amparo especial porque ya se lo procura él y además suele salir ganando. Por supuesto todo esto es una cuestión de grado y habría que ir caso por caso pero es que las circunstancias que concurren aquí son, digamos, bastante ilustrativas. "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y, sea cual fuere su titularidad, está subordinada al interés general."
#5 Los chistes son un registro del siglo XX, ya no cumplen su función y me alegro porque no hay nada más triste que un grupito contándose chistes empezando con el que mejor que se sabían y poco a poco ir bajando a los peores, y tenerte que reir de compromiso todo el rato
Como las historias de la mili.
Ahora, si la ocasión lo demanda, una anécdota real o inventada o incluso un chiste antiguo hacen una herramienta cojonuda para transmitir una idea.
E Israel dirá que es una vergüenza antimesita porque se les muestre amablemente la salida, cuando ellos alaban la matanza de niños, semitas también, entre risas y a diario.
#9 El pisoteniente en cuestión no quiere términos medios porque ya tiene nosecuantos pisos mucho mayores y en mejores barrios que este de Mariano, que adquirieron evidentemente para especular con él sin calcular efectos colaterales, y cualquier término medio le dará menos pasta que si se queda con todo. Guillotina en la Plaza Mayor ponía yo en vez de árbol de Navidad.
#5 Que somos la mayoría aunque sea temporalmente. El problema de la vivienda es una piedra muy gorda y no se hará la tortilla sin romperle los huevos a alguno, pero que no sean justamente los de Mariano.