Tal como acaba de proponer un ilustre discípulo de Karl Popper, quizás lo mejor para todos sería que Alemania abandonase el euro. Y cuanto antes. Porque si Alemania no cambia su política, y nada indica que piense alterarla en lo sustancial después de las elecciones de septiembre, la moneda común acabará rompiéndose por el eslabón más débil del Sur, llámese Chipre, Grecia, Portugal, España o Italia. Solo es una cuestión de tiempo. Ocurrirá más pronto o más tarde, pero ocurrirá. Es inevitable. El Sur necesita desesperadamente ganar competitividad
|
etiquetas: alemania , euro , sur de europa , unión europea