La derrota de España me alegra porque es fútbol. [...] Encima ante Marruecos, cómo no alegrarse al sentir la rabia, la ira y la decepción de quienes veían en el partido algo más que fútbol y lo convirtieron en un discurso humillante ante toda una población y una etnia. Un simple partido que muta en discurso de odio provoca por simple decencia empatía con los odiados.
|
etiquetas: futbol , españa , antonio maestre , marruecos