Existen muchos tipos de malware, pero hay uno que para ojos inexpertos puede ser difícil de detectar en ocasiones: los inyectores de publicidad de terceros. ¿Qué hacen? Sencillo: añaden anuncios o reemplazan los que ya existen en las páginas que visitas. De esta forma son ellos los que consiguen beneficio económico y no los propietarios de las páginas. Sí, algo parecido a parte de lo que hacía Superfish, el malware de Lenovo.
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