Periodistas, fundaciones y dirigentes libertarios criticaron la colección de libros del programa “Identidades bonaerenses” porque algunas de sus novelas, distribuidas en bibliotecas escolares, contienen escenas sexuales explícitas. La polémica escaló al punto tal de que el ministro de Educación fue denunciado penalmente. En esta nota de opinión, Solana Camaño, co-directora de Feminacida y docente de Comunicación, reivindica la enseñanza de la ficción en la escuela: “El trabajo estético sobre el lenguaje es todo lo contrario a la pornografía”.