Para entender como Sara Baras ejecuta sus magistrales giros, es necesario explorar el sistema vestibular, ubicado en el oído interno, una pieza esencial para este tipo de piruetas. Este sistema trabaja en conjunto con la visión y la propiocepción, integrándose en el «sistema de equilibrio». Aunque Sara Baras no piense en los mecanismos biológicos mientras baila, su habilidad para girar se encuentra en este último rincón del túnel de los sonidos, en un pequeño «laberinto», cuyos estrechos pasillos evocan el hogar del mítico Minotauro.