Con su tasa de natalidad por los suelos desde hace años y sin visos de que su pirámide poblacional vaya a revertirse a corto plazo, en Taipéi contemplan con preocupación su amplia oferta de escuelas, institutos y facultades. El dilema es muy sencillo: sin niños, de poco sirven sus aulas. Al igual que ocurre en Japón, ya hay centros que están echando el cierre. Y todo indica que lo harán muchos más en el futuro.
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No como Madrid, que es España.
“Se continúa recortando la enseñanza pública mientras se mantienen blindados los conciertos, haya o no demanda. Si se cierra oferta pública y no hay plazas para elegir lo que se hace es derivar de firma obligada a las familias a los centros privados. Manipulada la oferta se impide la elección. Se fomenta la competencia desleal”
De nada sirve hacer ese sufrimiento si luego seguimos con el mismo sistema. El primer paso es cambiar el sistema, lo otro es un paso en falso, ya que es creer que los demás tomarán el camino que has tomado tú o tu visión de cuidar el planeta.
Al final suele ganar la opción que más gente sigue
Imagino que al hacerse ancianos descubrirán que la vida era lo que había fuera del trabajo.
Cada vez entiendo menos a donde nos dirigimos. En vez de ser mas felices estamos en la mierda
Un mundo de viejos y menos personas , receta para la catástrofe. O más bien , viejos muriéndose de hambre y asco, y mientras los pocos jóvenes que quedan no pueden mantener la economía que se ha mantenido.
Es un ciclo, eso llevará la sociedad a la ruina , y de tal manera tener niños será otra vez " rentable" o beneficioso.
Lo malo, que habra que pasar por esa crisis gigante de por medio
lo que si tienen es una despersonalización brutal y un abandono de la familia tradicional debido al culto al trabajo.
Esto es la desaparición a corto plazo.
Además de las otras y muy razonables causas alegables, hay una que quiero destacar. Los futuros padres desean evitarle a sus propios hijos el paso por el horroroso sistema de educación.