Quiero que ustedes se sumen a esta protesta o se pongan en mi contra, radicalmente, que se líen a tiros conmigo, puesto que vivimos en tiempos conflictivos y hay que tomar partido. Qué demonios es esto de las listas de boda. Cómo ha podido popularizarse, generalizarse, contagiarse, casi diría que naturalizarse una cosa tan fea, tan contraria a la generosidad y a la amistad, como la lista de bodas. La lista de bodas es como el impuesto revolucionario de ETA.