Hace poco más de un mes nos referíamos a la situación de los derechos de la mujer, particularmente en Afganistan, a cuenta de la condena a Gulnaz, una joven afgana que, dos años después de haber sido violada, fue condenada a doce años de cárcel por un delito de adulterio. Hoy nos detenemos en Irán donde Sakineh Mohammadi Ashtiani se debate en la incertidumbre de saber si morirá lapidada o ahorcada. Cosas de la sharia.