El obispo auxiliar emérito de la diócesis suiza de Chur, Marian Eleganti, dijo que la aceptación por parte de la jerarquía católica de las restricciones por el COVID era una “declaración de quiebra de la fe” y lamentó que las vacunas contra el COVID hayan causado “muchos efectos secundarios dañinos”, incluido el “turbocáncer”, exceso de muertes y nacimientos prematuros.
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Parar el COVID.
Parar el volcán de Canarias.
Que Perro Xanxes no sea presidente.
Pues parece que el marcador es muy desfavorable para los fanáticos religiosos. 3-0, igual Dios quiere decirles algo y no lo están interpretando bien
Yo soy el familiar loco
Por otra parte debería dar más gracias a sus jefes por aprovisionarse de vacunas que costaban un pastón y obligarle a ponérselas para darle la mejor protección.
Al final en estos casos a los que lideran el problema siempre les van criticar. Que si toman una decisión, que si se gastan mucho en vacunas y que si le obligan a ponérselas en lugar de dejarlas caducar después de haberlas comprado. Pero si no las compra y no obliga a ponérselas entonces seguro que quiere que le den la posibilidad de ponérsela.