No hay mucho misterio a la hora de asar castañas al horno, igual que cuando hacemos marron glacé, pero hay que tener en cuenta algunos puntos. Primero, comprar castañas de calidad, frescas y de origen nacional, que no hayan estado almacenadas demasiado tiempo, pues se estropean fácilmente. Si no las vamos a consumir pronto, es mejor mantenerlas en el cajón de la fruta de la nevera, y comprobar que no tienen moho ni gusanitos.