Israel se revuelve contra las Naciones Unidas y su secretario general porque ambos reiteradamente condenan su ocupación ilegal de Palestina, su agresión a los valores y principios de la Organización, la persistente conculcación de todo tipo de leyes internacionales, la muerte y destrucción de civiles, mujeres y niños, el arrasamiento institucionalizado de ciudades, el bombardeo despiadado de hospitales, mezquitas, campos de refugiados y escuelas infantiles.