La historia de un arrogante capitán de portaaviones recibiendo su merecido a manos de un farero lleva circulando por internet desde 1996, pero la historia antecede incluso a la existencia de los portaaviones. Esta leyenda urbana o chiste ha aparecido con montones de variantes, tanto de la clase de navío como de la nacionalidad del farero, pero como mínimo la historia data del año 1931, cuando apareció en forma de viñeta en el periódico canadiense The Drumheller Review