No es una noticia tecnológica (perdón), pero me inunda una tremenda tristeza: El baiji es un delfín blanco, casi ciego, similar a otras especies de agua dulce que habitan en los ríos Mekong, Indo, Ganges y Amazonas. La pesca excesiva y el intenso tráfico fluvial, cuyos motores interfieren con el sistema de sonar que usa el delfín para moverse y ubicar su alimento, son algunos de los factores que influyeron en su merma. La última vez que se vio a un baiji fue en 2004, mientras que el último ejemplar en cautiverio falleció en 2002.