Tengo pensado ponerme a leer directamente a distintos filósofos tras tener ya una base de la historia de la filosofía con distintos conceptos, autores, desarrollo y ramas de la filosofía. He disfrutado a Copleston y he leído algunas obras sueltas de algunos autores, en forma de picoteo y no muy sistemática; la mayoría de mis lecturas directas de filósofos son de antes de tener una base y de saber leer (sí, considero que antes no sabía leer o no sabía comprender lo qué leía ).
Quería consultarte si recomiendas un orden cronológico (había pensado empezar a leer algunos diálogos platónicos y a Aristóteles), una aproximación por temas en función de mi interés o partir de algún autor (pienso en Gustavo Bueno) y desde su sistema pensar al resto. También consultarte si recomiendas prescindir de aquellos filósofos que están "errados" (si me permites el término) en sus posicionamientos o, por el contrario, recomiendas leerlos para comprenderlos y así edificar mejor. También pienso en la importancia de estudiar un poco de lógica y argumentación (sesgos, falacias, claridad conceptual analítica) y si sería útil edificar esa base previamente. Afortunadamente ya se detectar, más o menos, razonamientos falaces o proposiciones sin significación.
Por último, saber si recomiendas algún filósofo en particular o alguna obra que consideres capital y clarificadora, y pedirte alguna recomendación más allá de los más conocidos. Para mí supuso una maravillosa serendipia encontrar a Santayana, fue el autor que me hizo dar el paso a estudiar en profundidad y me doto de un punto de apoyo que ahuyentó muchas incoherencias que tenía. Obviamente, pienso complementar en un fifty/fifty con lecturas científicas y de otra índole (estoy con antropología, el desarrollo de las sociedades y psicología, junto alguna novelilla para amenizar). Si te apetece recomendar algo por ahí, bienvenido será.
En plan informal, no te pido un plan de estudios ; pero para saber tu opinión, la cuál, creo, puede serme útil.
1- Se quería echar a Shoigu y ha sido una estrategia para ella con conocimiento por parte de Putin y compañía. Además, se solventa el problema de Wagner dividiéndolo e integrándolo al ejercito ruso. He leído que Shoigu tiene mala fama en Rusia, que se le ve cómo un burócrata e incluso tiene un hijo o hija que afecta negativamente su imagen mediática. Prigorzhin por contra, tiene fama, veremos cómo influye su fama en las posibles acciones que se tomen contra él.
2- Era un intento de golpe de estado, en un momento concreto dada la contraofensiva ucraniana, con una intención desmoralizadora. He leído que estaban moscas con el poder de Prigorzhin y que podían tener intenciones de neutralizarlo mediante la integración al ejercito. El gobierno iraní y el ugandés ofrecieron tropas de apoyo a Moscú (esto podría ser un gesto diplomático), y se tomaron medidas defensivas como socavones en infraestructuras. En este caso, ha de haber consecuencias para el colega Prigorzhin, quizás no hoy, pero "Roma no paga traidores". El gobierno de Putin podría haber quedado tocado a nivel de autoridad y debe reaccionar.
El primer punto me parece dudoso, ya qué el shock desmoralizador en las tropas y la población junto al efecto que tiene en la percepción de autoridad del gobierno no son efectos menores. El segundo me parece el más creíble, puesto que la puesta en escena ha sido demasiado drástica y hay pruebas (mensajes de texto, intentos de soborno, declaraciones previas) de que esto estaba preparado hace tiempo. No creo que haya habido injerencias extranjeras, creo que es más cuestión de poder de Wagner, pero vete tú a saber.
Sobre tus puntos, el segundo creo que no, ya están jodidos de por sí los ucranianos. El tercero me mola, no había pensado en eso, pero creo que podrían haberse utilizados los ataques con drones al Kremlin o las incursiones en Belgorod para ello sin armar tanto jaleo.
Todo el apoyo desde aquí a alguien que reflexiona con argumentos, sin ofender, sin exaltación y con humor, sobre una multitud de temas, sin corsés. Alguien que hace gala de eso que tanto se echa en falta: reflexión, sentido común y una verdadera apreciación por la libertad bien entendida. Más allá de distintas opiniones, de acuerdos y desavenencias, más allá de que un comentario me provoque una sensación agradable o aversiva. La creme de la creme es el pensar de este hombre.
Cuando llegará el día en que entendamos que cuando se dice A, se dice A, y no cualquier otra cosa que pase por la mente del lector y le lleve a X interpretación en base a sus condicionamientos. Cuando llegará el día en que entendamos que la reflexión, el análisis e incluso lo que sentimos no es lo que importa; lo que importa son nuestros actos, que respeten al prójimo y no causen daño (visible o invisible, directo o indirecto, ahora o mañana).
Todo censor debería pensar en los efectos de su censura, en cómo persiguiendo lo qué concibe como el "Bien" contribuye a algo peor. Todo censor debería evitar la censura que aplica a su pensamiento en su cascarón endogámico para tratar de ver más allá.
Quizás llegué el día en que la gente se harte, esté hasta la polla, y renuncie a compartir el tiempo y esfuerzo que le ha llevado en tratar de comprender algo para poder compartirlo. Entonces reinará la subjetividad, el tribalismo más rancio y primitivo y, sobre todo, el odio. ¿Entonces? En proceso diría yo, pero el proceso depende de los eventos que sucedan; pongámonos al lío.
Se espera con ansía y curiosidad tu pensar, compadre. Va por ti:
La censura es dañina,
La intolerancia
—de la idea y no del acto, ¡qué bárbaro! —
está tan extendida que el intercambio de ideas se imposibilita.
Los contrarios son fecundos,
Eso decía aquel al que llamaban Oscuro.
Hoy día no pasamos del blanco o negro,
O esto o aquello,
No hay espacio para un punto medio,
Por consiguiente: ciao, progreso.
#3 ¿Para qué, o a quien, buscas convencer si es tal sólo una idea? ¿Si nada puede conocerse, qué afirmas? Si puede conocerse algo, aunque sea de forma vaga, difusa e imprecisa, tu argumento se cae por su propio peso.
Mic drop de categoría, la cara de póker que se le queda al escéptico y al solipsista.
Lo de creer en lo que nos convenga es algo muy ambivalente. Por un lado, funciona y es eficaz. Yo puedo interpretar algo diciéndome a mi mismo que la perdida de un ser querido es una desgracia o, al contrario, qué he tenido la inmensa fortuna de gozar de algo. O puedo concebir mi situación actual cómo insatisfactoria dadas ciertas potencialidades o cómo satisfactoria al ser cómo es por todo lo acontecido, al no poder ser de otra manera. Esto tiene sus efectos por las complejísimas reacciones condicionadas y conductas operantes; creo que puede darse un sustento determinista y material a los principios morales en base a las reglas verbales tal y cómo las entiende el conductismo.
Por otro lado, tal "voluntad de creer jamesiana" nos puede llevar por derroteros muy chungos, siendo la autopercepción un ejemplo obvio: un canalla puede considerarse una gran persona bondadosa; puedo limitar el análisis de una conducta a la intención, obviando los efectos objetivos de la misma. También, cómo bien mostráis tú y Dick (gracias por los baños de realidad), ese pragmatismo desmedido puede llevarnos a la inacción política, siendo una jornada de ocho horas en un call-center con un muerto al lado algo fantástico, o la queja y el malestar por vivir en un cuchitril compartido con cuatro personas una "elección personal".
Cuchillo de doble filo, mezcla de aspectos emic y etic; la subjetividad debe basarse en la objetividad (y si existe en la mente de Dios, en un ordenador o en algo relacionado con pirámides tal "objetividad", qué le vamos a hacer... )
Es curioso lo que dices de la ropa mojada, cómo las hipótesis han de mantenerse pegadas al suelo para no perderse por oníricos derroteros, pero, a su vez, mucho debemos a tales hipótesis de "locos".
Me flipa el tema, buen artículo.
Los postulados necesarios para garantizar la validez del conocimiento y de la realidad son indemostrables, ergo, es un salto de fe basado en el sentido común, en los principios de aprendizaje y en la selección de estos por la evolución, y en la más mínima observación de las cosas, sin la cual no tendrían mucho sentido. Por no hablar de las contradicciones con las que topa el idealismo u otras alternativas. Siempre topamos con un "¿por qué así?" o "¿cómo acontece?". No podemos eludir tales preguntas, tampoco responderlas con certeza absoluta.
El conocimiento no es más que una conducta animal sofisticada con grados de credibilidad.
Hay que abogar por una visión pragmática que englobe al realismo cómo postulado pragmático. El conocimiento es cuestión de grado, no de certezas absolutas.
Por suerte, cómo decían un escocés y uno de Ávila, la naturaleza ya hizo los deberes (o no, como dice Donald Hoffmann hoy día con que es una interfaz práctica de cara a la supervivencia; pero de ahí ya pasa a que todo es conciencia, a lo que cabría preguntar: ¿y para qué pollas quiere una interfaz? ¿por qué juega a juegos de rol?, a lo que responde la clásica frase: "para revelarse a si misma"...).
¿Qué temas te interesan? ¿Qué temas te interesaban? o ¿Qué notas que al leerlo te tira más que otra cosa?
A partir de ahí prueba con un libro o haz una búsqueda previa en internet de información simplificada sobre el tema; también puedes ver alguna entrevista o conferencia sobre alguna cosilla que té interese para abrir el apetito.
Haz lo que dice el compañero, biblioteca y probar. Vete a las distintas secciones y ojea un poco, buscando cosas fáciles y de ahí en más. Hay grandes ensayistas con los que te lo pasas teta y que no requieren conocimientos previos, los cuales te despertarán ese gusanillo y te llevarán a más.
Pero déjame decirte que el gusto por las cosas se adquiere comiéndolas en buena parte, son necesarios unos "bocaos" de mal sabor y de esfuerzo al masticar; es más, el propio masticar resulta placentero independientemente del ingrediente que nos llevemos a la boca.
#85#86 Sólo viéndote hablar de conducta verbal interiorizada veo que manejas. A mí, la explicación conductual de ausencia de reforzadores positivos y la conducta en base al refuerzo negativo me parece una explicación mucho más pertinente de las conductas "depresivas". Soy un aficionado al tema, pero cada vez me fascina más la psicología científica de verdad, la cuál permite comprender el porqué de nuestras acciones.
Copio y pego un comentario que escribí en un artículo publicado aquí al que le añado un par de párrafos:
Es demencial el uso indiscriminado que se da de los fármacos a problemas conductuales y vitales. Es una aberración, mezcolanza de supina ignorancia e intereses farmacéuticos y del propio campo de muchos psicoterapeutas. Lo peor es que ya ha calado en el imaginario colectivo (si me permitís el recurso metafórico) que los problemas conductuales son debidos a desequilibrios de neurotransmisores en el cerebro. Parte de la culpa se debe a las "científicas" publicaciones en revistas y medios de divulgación, pero la gran responsable es la deriva acientífica de la propia psicología, de gran parte de sus "escuelas" (fijaros que aquí el apelativo de escuelas no hace referencia a distintas interpretaciones o ramas de una misma ciencia -cómo puede ser física de partículas, teórica, termodinámica...- sino a distintos objetos de estudio con distintos postulados filosóficos antagónicos: monismo y dualismo (enmascarado en muchos casos), determinismo e indeterminismo) que conlleva a consecuencias prácticas dañinas y muy peligrosas. La de sufrimiento que se perpetua debido a malas praxis producto de errores teóricos.
Una enfermedad biológica debe tratarse, es decir, erradicar las causas de la enfermedad. Eliminar los síntomas sin eliminar la causa no es eliminar la enfermedad. Dejando de lado los problemas conceptuales, y las aplicaciones derivadas, de "enfermedad o trastorno mental" (podemos tratar el tema que da para rato), se deduce que la eliminación de síntomas mediante farmacología no solventa las causas del problema, aunque pueda ayudar a un tratamiento conductual, cómo es el caso de la ansiedad. Es más sencillo afrontar las situaciones problemáticas que generan ansiedad si reducimos los niveles de ansiedad con fármacos.
Es curiosa la correlación entre una bajada de los niveles óptimos de la serotonina y una problemática vital concreta.
Enfocamos los problemas comportamentales cómo problemas orgánicos, cuando hay evidencia científica desde principios del s.XX (Pavlov, Skinner et.co.) de qué estos se rigen por sus "propias leyes" (si me permitís la expresión). Otra cosa es que la mayoría de psicólogos o psicoterapeutas se basen en una psicología acientífica y dualista. Nadie niega qué haya una disminución de la serotonina, sólo se niega que la causa de esa problemática sea esta, exclusivamente. Si la causa de la "depresión" es un déficit o alteración de la serotonina, debería probarse mediante predicción (lo cual podría hacerse mediante grupos control aleatorizados) que una bajada de la serotonina antecede los estados depresivos.
#0 ¿Esto es una especie de si prefieres saber cuando vas a morir o, por contra, prefieres vivir en la ignorancia? ¿O más bien va por el camino de los huevos y la tortilla?
Supongo que según el caso depende del grado de certeza de las consecuencias que tendría...
Yo abogo también por un NO.
A mi entender, enviar tropas sólo serviría para perpetuar el conflicto, aumentando el número de bajas, de destrozos y de pérdidas económicas para una Europa en recesión, e incluso abriría la puerta a una escalada mayor. Por no hablar, de que erosionaría y destruiría aun más Ucrania.
A su vez, no creo que las concesiones que exige Rusia, o mejor dicho, que exigía en sus inicios (lo que ahora exige ha cambiado, creo, viendo cierta reestructuración comercial, diplomática y política a nivel global, especialmente en lo qué a Eurasia se refiere) fueran perjudiciales para Europa, ni tampoco para Ucrania entendida en su totalidad: no incursión en la OTAN. Ahora bien, estas exigencias ya han cambiado. No hay marcha atrás en cuento al Donbass, el Mar Negro y compañía. Eso ya forma parte de las concesiones y es una entelequia tratar de negociar sin su inclusión.
Tampoco considero que sea inteligente enviar armamento superior a un régimen cómo el ucraniano.
Y para terminar, no creo que pueda justificarse el gasto humano y económico a los ciudadanos de los países que podrían mandar esas tropas, ni por una apelación al miedo (Rusia quiere llegar a los Pirineos) ni por aspectos éticos de humanidad (véanse cuestiones de inmigración, refugiados, otras guerras o la simple exacerbación del odio y el conflicto... que contradicen los mismos valores éticos).
Hay que sentarse a la mesa de negociaciones con dos aspectos claves: no incursión de Ucrania a la OTAN y reconstrucción de Ucrania, aderezado con intereses mutuos comerciales y energéticos. El tema de los territorios anexionados deberá aceptarse por huevos, no hay otra.
#12 Creo entender tu postura, ¿vendría a decir que en el proceso de cambio que yo defiendo podrían darse cambios a peor antes de que se hubiese acabado el proceso, razón por la cuál intentar ese proceso podría ser contraproducente?
Yo lo comparto, e incluso lo compraría en ciertas tesituras, pero creo necesario un control de la clase política para mejorar nuestras vidas y evitar que empeoren, y no creo que sea posible llegar a establecer ese control por parte de la clase política, no limitarán su poder ni exigirán medidas que coarten su libre obrar. No creo que puedan establecerse la separación de poderes o ciertos mecanismos de control desde dentro. No creo, tampoco, que en el proceso aumentará más de lo que ya está aumentando la cuota de poder de la clase política; han tomado medidas ilegales y nada ha pasado, obran en pos de sus intereses personales y nada les ocurre, se reparten los trozos del pastel y lo vemos como "elección"... Creo que hay que ponerle un límite a este aumento del poder sin contrapesos antes de que sus cuotas sean demasiado abusivas e irreversibles, y no niego que la abstención y la presión popular pueden catalizar estos cambios, pero es que seguir así también los cataliza.
Por eso abogo por la abstención, para tratar de presionar de forma pacífica para que lleguen a establecerse tales mecanismos y que nuestros votos tengan algo de participación, o cuanto menos, puedan limitar ciertas prácticas. Algo de fundamentalismo democrático hay en esta propuesta, también cierta cuota de idealismo; pero ambas se encuentran también en el voto actual y en toda propuesta de cambio.
#9 Las herramientas pueden cambiarse, yo abogo por eso. Por una herramienta más útil que nos permita una mayor eficacia en sus uso, y no veo posible la implementación de la herramienta por parte de quienes ya les vale su uso actual. Por lo que tendrá que ser la sociedad la que presione por una nueva herramienta, y no veo otra herramienta a usar que la abstención.
Una herramienta para herramentar una nueva herramienta, puesto que la herramienta actual se muestra bastante ineficiente, por su estructura, y también, te lo reconozco, por su uso, aunque el uso está limitado a la estructura y a quien la empuña.
PD: Sí, he jodido un poco con la herramienta, espero sepas perdonarme la gracia, creo que viene bien en estos temas
#97 El progreso, curioso concepto. Para mí tiene dos acepciones: novedad (moderno) o mejora cualitativa. Esta última puede entenderse de forma abstracta, lo que sería una mejora técnica, o de forma concreta, relacionada con una finalidad, suponiendo una mejora al para determinado fin. No podemos escapar de juicios de valor, hace falta establecerlos en función de una base empírica: ¿qué supone una mejora para la calidad de vida, cuales son sus fundamentos? Es más, una novedad implica muchas veces un retroceso cualitativo, y la mayoría de las veces supone ambos en función del aspecto a valorar. Por ejemplo, los smartphone suponen un avance y un retroceso en cuanto a comunicación, todo en uno.
Me gusta el apunte de la tecnología, precisamente el libro que finiquité explica cómo los desarrollos tecnológicos suelen darse de forma cuasi ciega, como la selección y el uso suelen ser a posteriori, y de cómo los fundamentos de nuestra vida (los alimentos que comemos o los mecanismos tecnológicos básicos, por ejemplo) no han variado cuasi nada desde hace milenios. La aceptación y uso de una tecnología depende de qué podamos usarla, razón por la cual muchas difusiones tecnológicas fueron imposibles al no existir las bases en sociedades menos desarrolladas para poder utilizarlas. La cinta de correr responde al proceso psicológico de "habituación", uno de los mayores lastres del bienestar que se aplica a todo: a bienes, a relaciones, al disfrute de placeres, a la salud... Importante es su contrario, la "sensibilización", la cual, bien usada, puede otorgar novedad a lo usual; lo de que en las pequeñas cosas está la "felicidad".
Con lo del estado y la centralización ya hay muchas aristas, empezando por el concepto de estado. El estado no es sólo la estructura de los estados-nación, o de cierto grado de sociedades estratificadas con burocracias; en cierto modo, el estado es toda estructura de poder. En las hordas se da un proto-estado que coarta y… » ver todo el comentario
#94 "¿Por qué perdió China su ventaja tecnológica frente a la antes tan atrasada Europa? (...)
En China hubo una diferencia, porque toda la región estaba unificada políticamente. Una sola decisión detuvo las flotas en toda China. (...) Si Europa hubiera estado unida (...) la colonización de América podría no haber visto todavía la luz. "
Luego explica el porqué de tales diferencias en unificación a partir de condiciones geográficas (orografía europea, grandes ríos navegables en que transitan toda China...), y cómo la eficacia de tal unificación es ambivalente y cambiante, cómo desde la caída de Roma hasta el s.XV China era pionera, luego menguó y ahora ya vemos por donde van los tiros. Luego, en su epílogo, critica a los economistas que explican el éxito económico de una nación en base, exclusivamente, a las "buenas prácticas", sin explicar la razón de estas. Y apunta a que la exportación de tales prácticas a países en vías de desarrollo no funcionan, aunque sí ayudan y no niega su poder causal, porqué no se dan las condiciones materiales pertinentes (lo qué podríamos extrapolar, en cierto modo y con matices, al bienestar de una persona).
Pensé en ti .
En cómo la dependencia de una sola variable puede perjudicar gravemente si no se toman las decisiones adecuadas, a la vez que puede potenciar si se toman las adecuadas. Ya sabemos que los dirigentes fallan, que sus conocimientos son precarios y que depender de su buena voluntad nos puede conducir al desastre. Si el devenir de ciertas acciones políticas depende, única y exclusivamente, de la acción de una parasitaria clase política en base a sus intereses y del servilismo de la misma clase a intereses superiores (bancos, corporaciones, organismos supranacionales, relaciones de poder con otros estados...), estamos bastante jodidos, la verdad. Si redujéramos la dependencia con interferencias legales y jurídicas que limitarán el abuso de poder (vamos, los requisitos de una democracia de verdad), quizás habría una mayor anti-fragilidad al depender, aunque sea en teoría, de la satisfacción de las necesidades de la población, o, mejor dicho, al coaccionar la acción política en una ínfima porción por parte de la ciudadanía (tal coacción es mínima e incluso irrisible, véanse los EUA, no obstante, es la única acción plausible que alcanzo a ver por parte de los ciudadanos, dejando de lado consideraciones éticas que deben tenerse, por supuesto, en cuenta).
#0 Yo apuesto por lo siguiente, común a todos los partidos: una llamada masiva al voto, con la ya clásica apelación a Satán "Si no votas, si te abstienes, llegará el apocalipsis, el diablo." En definitiva, sembrar miedo en los votantes para que continúen votando en un sistema sin representación, sin vinculación alguna entre palabras y hechos, sin separación de poderes y sin mecanismos de control de la parasitaria clase política.
Un 36% de abstención en las autonómicas, un 30% en las generales de 2019, veremos en estas.
#4 Yo trato de dar un enfoque comportamental y una "solución" individualizada al problema y tú me das el análisis sociológico y la "solución" definitiva, distintos niveles de análisis: de puta madre
Muy extendido está el "quien no llora, no mama", señal de que aun seguimos en pañales? Yo trabajo en hostelería, y creo que los clientes no han aprendido a discriminar todavía que, pese a tener pecho, del mío no brota ni una gota...
Aunque más me preocupante me parece el "si todos lo hacen, ¿seré yo el pardillo que no lo haga?", y viendo que uno predica en el desierto y que los otros son muchos más, difícil está la cosa...
Es evidente qué conductas refuerza la sociedad y que problemáticas visibiliza, de ahí mi "receta práctica", sugestiva si quieres, pero la única que tengo a mano y depende mayormente de mí. Creo que es factible, útil y pragmática (o eso me digo a mí mismo cuando observo cómo me comporto ), aunque creo que la misma receta puede abonar el pasotismo más absoluto y resultar iatrogénica. Véase el resurgimiento de las éticas helenísticas o del budismo en su versión mainstream, centradas en el puro bienestar individual y en una desconexión de lo ajeno para ese mismo bienestar.
Lo de las adicciones, está claro que no son sólo las drogas, y es cierto que hay una correlación: sólo hay que ver quienes se drogan y que drogas toman, donde y a qué nivel causa estragos. Por cierto, ¿qué diferencias ves en el consumo de drogas de los 90' y el vigente?
"Es un equilibrio delicado porque sin angustia tal vez no actúas y en exceso puede bloquear. O hasta el punto de mandarlo a paseo."
El justo medio, difícil de hallar e imposible por uno mismo. Siempre he pensado en la infraestimación del azar y la suerte en las conductas de los individuos y en los cambios de las personas, en cómo es necesario toparse con ese malestar o con información que explicite ciertas cosas, sin las cuales,… » ver todo el comentario
#0 Brillante artículo, compañero. Se echan en falta más así, la verdad es que me has emocionado.
La amistad, el amor, se demuestran en momentos complicados, en aquellos en que la compañía y el cuidado son más desagradables. Es fácil estar ahí en momentos alegres, pero no tanto estarlo en aquellos difíciles; no necesitamos a la gente en momentos alegres, pero sí en los difíciles. Exigimos la amistad, cuando la amistad se da, se ofrece. Exigimos que contribuyan a nuestro placer, cuando deberíamos contribuir a la mejora del otro, a la lealtad y a la dedicación, más allá del retorno. Ese es el amor de abuela, de madre, de amigo. Creo que el huir de la carga de la amistad, el rechazar los lazos que nos atan con los demás (no sólo con los amigos, sino con todos con quienes nos cruzamos, pues siempre puede hacerse un bien o, al menos, no hacer un mal) es una medida cortoplacista que nos alivia en el corto plazo, pero nos agria en el largo.
Es cierto que una ligera carga acompaña al amigo de verdad, puesto que sabe que la amistad se demuestra en esos momentos, y se siente agraciado de contribuir cuando se requiere su contribución. No hay nadie más ligero y tranquilo que el que sabe que ha cumplido con su deber, "coloso de la cotidianeidad", pues sabe que su obrar es suyo y que las acciones de otros, no. A colación con esto, creo que la verdadera amistad es inteligente, ya que a veces blanqueamos las conductas de los demás por no lidiar con la situación desagradable o las posibles consecuencias que tenga en nosotros su reacción. Es común la falta de sinceridad para eludir el sufrimiento propio y del otro, pero el reconocimiento y la explicitación de los problemas, aunque nos duelan y lo sintamos cómo un ataque, es lo que hacen los amigos.
Recuerdo a mi tío, un hombre con nulas habilidades sociales, con nulo tacto, que cada vez que abría la boca te daban ganas de no estar más en su presencia. Sin embargo, siempre te decía la verdad, jamás buscaba hacerte… » ver todo el comentario
#2 El altruismo es egoísmo. Por ello decía lo del refuerzo negativo de ayudar a otro (cese o disminución del estado aversivo que me provoca ese estímulo). Y precisamente, ante la desaparición de la causa empática que causa dolor, cómo tendemos a huir del dolor, considero inteligente reforzar positivamente (mediante pensamientos o mediante el halago) o mediante castigo (la culpa, por ejemplo) tales conductas; ya que sí no, no las realizaremos.
Lo de las drogas no lo entiendo muy bien. Si a mí me causa dolor el sufrimiento por ver a un sintecho o por los celos, reconozco el problema gracias a ese indicador, lo analizo, veo si está justificado, y trato de aceptar ese dolor y actuar. Si me evado con las drogas estamos con lo de antes, con no realizar las conductas apropiadas centrándonos en la sensación desagradable y no en el problema. No sé, si yo tengo un problema económico, está bien que me angustie para darme cuenta del mismo, pero luego tengo que solucionar el problema, comprendiendo sus causas y mi radio de acción, no tanto mi angustia, y sin angustia actuamos mejor, creo.
Esa dilución de responsabilidad se ve mucho en cuanto menos directa o visible es nuestra contribución al problema, cosa que sucede en el mundo moderno, en que la dependencia es mayor que nunca, pero al ser menos visible que antaño nos cuesta reconocerla. Estoy de acuerdo, y ese es un gran problema.
#21 Apuntado queda el libro. Ese proceso de selección es el que yo veo, y se da en las jefaturas con los "grandes hombres". Personas que curraban más por el mero prestigio social, pero sin ninguna diferencia material ni en la toma de decisiones, hasta que se dio el excedente y, poco a poco, los grandes hombres y aquellos que los ayudaban pasaron, gradual e imperceptiblemente, a ser la camarilla de cleptócratas. No es descabellado pensar, creo, que algo tan simple como una flor en la oreja por parte de una mujer o guardar el excedente en una única choza por cuestiones prácticas, sean antecedentes del consumo conspicuo y la distinción de clases o de la posesión de los bienes bajo una fuerza armada que los custodie posterior. Este proceso fue correlativo a las ventajas que tenían estos grupos respecto a otros, y al ser el espacio limitado, no quedo otra (no es un proceso consciente) que agruparse bajo ese orden social o político establecido.
El número de hijos va relacionado con la necesidad de mano de obra, siendo estos mayores en sistemas agrícolas concretos, por ello hoy en día mengua la tasa de natalidad, en parte, porqué tener hijos no proporciona esa "ventaja", ya que hasta los veintipico, si hay suerte, estos no retornan lo invertido y, cada vez más, ni el retorno afectivo está garantizado. Marvin Harris propone también que diferencias en el nivel de machismo de las sociedades obedecen a lo mismo: la fuerza bruta en ciertos trabajos (agricultura y guerra) da lugar, por inercia, a posteriores diferencias que ya no tienen esa "ventaja objetiva" de la fuerza bruta. Incluso apunta a que dependiendo del tipo de agricultura, de la fuerza requerida o no (pone diferencias en distintos lugares de la India con respecto a suelos duros o arrozales), se dan diferencias en el grado de machismo. Es interesante el "libro Nuestra Especie", te devuelvo la recomendación.
Bonita historia, me pregunto de qué fundamentos naturales sacaste esa conducta. Los niños son unos crueles cabroncetes, pero también son muy empáticos y tratan de aliviar el dolor de forma natural. La invisibilización de ciertas realidades y la visibilización de otras reforzará las distintas conductas en un futuro. Me jode mucho la normalización de los sintecho, cómo han llegado a formar parte del paisaje sin inmutarnos. Ello responde al hedonismo y a la habituación, pero con los mismos principios podemos colocarlos en un primer plano, al menos eso trato de hacer yo...
Es curiosa esa relación bidireccional entre padres e hijos, en qué punto se invierten las tornas. Dependerá del caso, y dependerá de los valores de cada familia, y de la sociedad, por supuesto.
En mi caso, mi madre siempre fue de ofrecer cruasanes, pura bondad, de la de verdad, de la que se demuestra en nuestras acciones y no en nuestros discursos. No hay enseñanza más importante que me haya transmitido, no hay motivo mayor por el cuál la admiro.
Ligando esto con lo primero, y usando a mi madre como dato para muchas reflexiones que he tenido, ella siempre ha sido una persona muy sensible al dolor ajeno, y ello le ha llevado a buenas cuotas de sufrimiento. Siempre me pregunté hasta qué punto es posible mantener conductas altruistas sin el sufrimiento que nos causa el sufrimiento de los demás (un refuerzo negativo, un mecanismo evolutivo cooperativo), y no he podido hallar otra respuesta que la disminución del sufrimiento empático implica una menor tasa de respuesta en tales conductas. Aún así, a veces el sufrimiento nos ciega y es contraproducente. Cómo te decía en tu artículo sobre los celos, creo que es posible, con trabajo y reflexión, mantener la conciencia del sufrimiento sin sufrirlo tanto, no evadiéndonos, sino actuando en base al bien que aportará nuestra acción. Tratar de comprender el bien que comportará nuestra acción, tratar de reforzar positivamente tales conductas, manteniendo así la conducta sin tanto dolor. Puesto que el dolor es una advertencia para la acción, pero una vez ya nos ha llevado a poner el foco en el problema y hemos decidido cómo actuar, no ganamos nada con él. No obstante, el puto tándem habituación/sensibilización hacen de las suyas, nos mantienen con los "pies pegados al suelo", por eso es necesaria la vuelta de ese sufrimiento de vez en cuando para no olvidarlo jamás.
#0#9#10#14 Estos días ando leyendo a Jared Diamond, que explica como evolucionaron las sociedades de hordas a estados.
La organización centralizada fue necesaria, y los cleptócratas fueron seleccionados porque tal organización centralizada solvento problemas internos (resolución de conflictos, cohesión, redistribución de bienes...) y se impuso a nivel intergrupal con otros otras sociedades. Viene a decir que las sociedades orbitan alrededor de la satisfacción de las necesidades de la propia sociedad, el parasitismo de los cleptócratas y las relaciones con otros grupos.
Quizás, extrapolándolo al momento actual, podemos decir que las "democracias" liberales están perdiendo su eficacia de solventar las necesidades de la propia sociedad en un contexto relacional con otras sociedades, en función de aspectos infraestructurales (recursos, tecnologías, industria, presión demográfica -relativa, ligada al nivel de vida presente y a los cambios del mismo-) y de la propia estructura (libre mercado vs economías más dirigidas o toma de decisiones centralizada vs toma de decisiones al servicio de unos intereses de los propios cleptócratas -clase política y intereses creados como corporaciones o bancos-), en buena parte, por servir a los intereses de los parásitos, dando lugar a manifestaciones superestructurales (descontento, malestar, exigencias de otras estructuras...).
Yo me pregunto, basándome en lo anterior, hasta que punto estás "democracias" están por dejar de ser adaptativas, a nivel intra- e inter-, y sobre todo, cuál es la solución o posible intervención en ello (tecnocracias, grupos más grandes, verdaderas democracias con control, supeditación de los cleptócratas a los intereses de la población con control de empresas ¿cómo?...) y hasta que punto, gradual o drástico, puede darse está intervención sin causar males mayores (hay un concepto, la restricción de elección, que hace referencia a la imposibilidad de modificar la estructura sin qué todo se venga abajo por su enorme complejidad; lo leí en Vaclav Smil al respecto de la dependencia energética de los fósiles y de los peligros de querer desprendernos de ello sin la previa y gradual modificación de la estructura que permita hacerlo).
No sé que opináis de esto, yo soy un lego ignorante en estas cosas cosas, con los conceptos poco claros y un conocimiento en pañales (recién me inicio en la reflexión), pero vosotros tenéis bastantes más tablas que yo. Sé que la pregunta es bastante vaga y difusa, pero así, a brocha gorda, qué diríais? O, si queréis ser pedagógicos, ¿me recomendaríais algunas lecturas o cosillas que investigar?