Es el único sector cultural que tiene asegurado por ley el aumento de las subvenciones cada año. Podría explicarse como un problema de matemáticas para niños: una madre (en este caso Cultura) asigna una paga a cada uno de sus hijos (museos, música, danza, archivos, bibliotecas...), pero promete sólo a uno de ellos, por considerarle más débil que el resto, que se la subirá un poquito cada año. Cuando esa madre se queda en el paro y recibe menos ingresos se ve en la obligación de mantener su promesa, pero, ¿cuánto cobrarán el resto de hijos?
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