El frenético índice bursátil del Dow Jones no se dignó ni siquiera a hacer una pausa cuando cruzó la línea de los 7.000 puntos. No tenemos claro hasta cuando durarán estos infartos de la economía mundial, que ya se han propagado a todo el planeta. Lo único cierto es que esta crisis está demostrando la ignorancia infinita de muchos economistas que han retrocedido a lo más oscuro de la macroeconomía, A Dark Age of macroeconomics.
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