Mientras que estamos buceando se produce un aumento de la presión parcial de nitrógeno en los alvéolos pulmonares (PaN2) y en los tejidos. Durante el ascenso, la presión parcial del nitrógeno (PN2) que teníamos disuelto en los tejidos, va a ser superior a la PaN2 y a la ambiental (presión a nivel del mar). En esas condiciones se produce la sobresaturación. Un cierto grado de sobresaturación se puede tolerar, pero cuando se alcanza un nivel crítico, se empiezan a formar burbujas de gas en la sangre y en los tejidos.
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