En menos de un año ya se había trazado todo el árbol genealógico. Fue entonces cuando se combinaron todas las piezas para resolver el crimen: nombres de los varones familiares del que había dado positivo en el ADN, dentro de ellos, los pelirrojos, ya que los restos hallados en la víctima correspondían a un hombre de estas características (con el gen MC1R receptor de la melanocortina). Dentro de estos, alguien que hubiera poseído un Renault... Y finalmente, la identificación final del principal sospechoso tras un seguimiento.
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