¡Quién me iba a decir a mí que iba a acabar viviendo en Noruega, concretamente en Trondheim! Dado como está el mercado de trabajo aprovecho para agradecer el interés (o la inconsciencia) de la Norwegian University of Science and Technology que decidió contratarme. Ni que decir tiene que estoy encantado y más con la cantidad de tinta que se ha dedicado a ensalzar el modelo escandinavo en general y el noruego en particular. Generalizando mucho, estas sociedades combinan muy bien elevadas dosis de mercado con una extensa red de protección social.
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