Entonces, teniéndolo todo: ¿por qué está deprimida Valencia? ¿Por qué no puede pagar ni a sus farmacéuticos? ¿Por qué los jóvenes se tienen que ir a trabajar fuera? ¿Por qué no es, como podría ser, la California europea? Pues por lo mismo que no lo es España. Por la mediocridad de su clase política, que lo que ha fomentado es el Monopoly –compro ladrillo y le doy el pase– como modelo de negocio, en detrimento de apoyar la tradición emprendedora, negociante y trabajadora de esta comunidad.
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