Dándole vueltas al nombre del colegio, la antedicha señora se negó a escoger el de un conocido escritor español vivo, argumentando que el candidato pertenecía al sexo masculino y que eso suponía discriminar a las mujeres escritoras. Además, no era considerado por la citada señora un pavo progresista, sino proclive a una manera de escribir demasiado apegada a las reglas académicas, lo que le da un tufillo de derechas [...] Ella no supo proponer ningún nombre. [No cuento el desenlance en la entradilla por no ser spoiler]
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