Los años 2015, 2016, 2017 y 2018 fueron los más calurosos nunca registrados en la Tierra, y las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera continuaron aumentando el año pasado, según datos del Servicio de Cambio Climático Copérnico y el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copérnico, que pertenecen al programa Copérnico de observación de la Tierra, puesto en marcha por la UE. | Relacionadas en
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