Las cenizas de Manuel Alonso, Manolín el de Llorío, el último maquis de las Cuencas, ya reposan para siempre en una de las cuevas que le dio refugio en su época de guerrillero. Allí se celebró un emotivo acto en el que se glosó la figura de Alonso, fallecido a los 93 años. También se depositaron varias rosas rojas junto a la urna como último gesto de despedida. Manolín el de Llorío se echó al monte en 1937 tras la caída del frente en Asturias durante la guerra civil.
|
etiquetas: fallecimiento , cenizas , despedida , maquis , guerrilla , antifranquista