Las autoridades turcas han señalado que deportarán a siete inmigrantes de origen sirio por realizar comentarios "provocadores" a la población del país al difundir una serie de fotografías a través de las redes sociales en las que aparecen comiendo plátanos, un alimento que los propios ciudadanos turcos han reclamado recientemente no poder permitirse. La polémica se enmarca en el aumento de la tensión entre la población turca ante la llegada de inmigrantes en pleno empeoramiento de la situación económica.
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