El tubo de escape mata más que el volante. O lo que es lo mismo: la contaminación del tráfico provoca más muertes que los accidentes de tráfico. Y no lo dicen ecologistas que apelan a nuestra razón desde su compromiso con el medio ambiente, esos a los que ignoramos pero a los que tanto debemos. No, lo dice la ciencia y lo dicen los médicos. En su consulta hospitalaria la doctora era capaz de adivinar en que calle vivía la familia solo por los resultados. Las vías respiratorias del niño indicaban el nivel de contaminación de su calle. Terrible.
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