El pasado 24 de enero, unos 140 pescadores se acercaron a capturar percas al embalse cacereño de Arrocampo, atraídos por un cartel que promocionaba un torneo de pesca. El póster estaba ilustrado con el aspa identificadora del material radiactivo sobre la imagen del pantano. Los aficionados atraparon unos 400 peces, una cifra récord que demuestra que Arrocampo, sobrevolado por los buitres negros del cercano Parque Nacional de Monfragüe, es un edén para la pesca.
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