Quizás nunca hayas viajado en un vuelo intercontinental, hecho transbordos o —al igual que quien esto escribe— experimentado las comodidades de la clase business, pero a poco que recurras a aerolíneas es probable que te hayas encontrado con lo que los estadounidenses llaman despectivamente "gate lice", los "piojos de puerta". No te confundas. Aunque suena exótico, el concepto tiene poco de glamuroso. Se refiere a los pasajeros que se apelotonan ante la puerta de embarque.
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La cosa es que, lógicamente, recorrimos todo el embarque y el finger, que era largo, tras de él, y estos dos hijos de puta le iban gritando y descojonandose "Soy praioridhi", "Ojo, que soy praioridhi"... Aún me estoy riendo.
En cualquier caso, si a alguien le parecen molestos los "gate lices", tendrían que haber visto los embarques de Ryanair cuando empezaron a operar en España hace 20 años. Por aquel entonces no había asientos asignados, la gente se sentaba donde quería, y obviamente solía ser un absoluto caos
Yo voy más cómodo con equipaje de mano y por eso procuro entrar pronto al avión para no tener que facturar la maleta, más que nada por la pérdida de tiempo en recogerla y evitar la posibilidad que se pierda o que algún otro piojo del aeropuerto te la abra.