La pelea en la que se vieron implicados jugadores y aficionados en las postrimerías del partido entre el Rácing Vilalbés B y el San Ciprián no ha tardado en viralizarse. Los vídeos grabados desde la grada muestran la bochornosa trifulca que se desencadenó después de que un jugador del filial rojiverde propinase un puñetazo a un rival. El agredido acabó tendido en el suelo, con una brecha que necesitó seis puntos de sutura.
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