El otro día publicábamos una “inocentada anglosajona”, es decir, una broma del April Fool’s Day que mostraba un ingenioso artilugio llamado Typescreen. Se basaba en la unión de una máquina de escribir antigua y un iPad. Qué imaginación tienen algunos, pensábamos, pero olvidábamos (al menos yo) que, como siempre, la realidad supera a la ficción, y que ya existe un geek en algún rincón del mundo que ha llevado el concepto a la realidad.
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