Es probable que el sindicato IG Metall, no se rinda sin luchar. Podría organizar huelgas continuas. Las "acciones de guerrilla" —como ralentizar el trabajo en un proveedor donde pueda tener miembros— pueden estar en el libro de jugadas. Tesla está obligado por ley a permitir que los empleados de Berlín formen un comité de empresa. IG Metall podría asegurarse de que esté repleto de afiliados. Su principal arma es bloquear la finalización de las obras de construcción de la fábrica. Podría trabajar con grupos ecologistas para frenar los trabajos.
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