Me sorprende que hoy en día se use la etiqueta «lenguaje inclusivo», cuando lo que se hace al hablar es separar continuamente a los receptores de la información o a los sujetos de las oraciones, en hombres y mujeres, cuando lo que se pretende es que no se diferencie a las personas por su sexo. Lo inclusivo sería (es) que existiera (ya existe) una palabra con la que nombrar a todo el mundo, independientemente de su sexo. Estas palabras, en castellano, son las de género masculino. Usándolas, nos referimos a todas las personas, sean como sean.
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etiquetas: lenguaje inclusivo , 1984