En la investigación, los científicos de la Universidad de Harvard también descubrieron que la amistad con gente delgada no ayudaría a perder peso. El hallazgo proviene del mismo grupo, dirigido por Nicholas Christakis, que informó en el 2007 que si el amigo de alguien se vuelve obeso, las posibilidades de esa persona de tener sobrepeso aumentan más del 50 por ciento. El equipo ahora cree que este mismo fenómeno está dirigiendo la epidemia de obesidad, que trepará lenta pero firmemente durante los próximos 40 años.
|
etiquetas: obesidad , influencia , amistad , alimentación