Los taxistas madrileños empiezan a mostrar signos de debilidad, ahora volverán para poner encima de la mesa una nueva propuesta, en la que han renunciado a incluir el requisito de que la precontratación del servicio de los vehículos de transporte con conductor (VTC) se haga en base a cuestiones de temporalidad, el principal escollo en las negociaciones, y dejan la puerta abierta a que sea el Ayuntamiento de Madrid el que defina si debe ser espacial o temporal.
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